Preguntas más frecuentes relacionadas al intento o ideación suicida

A continuación, encontraras una serie de preguntas, más frecuentes relacionadas al intento o ideación suicida. Recuerda que si alguien en tu entorno social, familia, amigos, trabajo, comunidad, menciona que quiere suicidarse o que no quisiera vivir más, esto puede ser una altera para que tu y los tuyos, tomen acción. Escuchar a la otra persona, brindar apoyo y cercanía, siempre será una buena opción sin embargo lo adecuado será acudir a un centro de atención especializado en Salud Mental, para que la persona tenga las herramientas necesarias para enfrentar la situación.

Buscar ayuda profesional de forma inmediata, pues una depresión puede ser causada por dificultad mental, una situación adversa, un acontecimiento doloroso, pero también puede ser el resultado de una enfermedad física. Por otra parte, una depresión no suicida si no se le diagnostica oportunamente y se le trata adecuadamente puede evolucionar hacia una depresión suicida.

No hay un síntoma único ni característico en las personas que vayan a cometer suicidio, pero se hacen evidentes una serie de manifestaciones que pueden ser englobadas en la palabra CAMBIOS. Se presentan cambios en las emociones, en los pensamientos, en los hábitos y en el comportamiento de las personas que hacen pensar en la ocurrencia de este tipo de acto. Entre estos cambios se mencionan la tristeza, la ideación suicida, la planificación del suicidio, la amenaza suicida, el escribir notas de despedida, la entrega de posesiones valiosas, el  aislamiento, el incremento del consumo de alcohol, drogas u otras sustancias adictívas, los trastornos del sueño y el apetito, por sólo mencionar algunos.

Lo primero es informar a un familiar que pueda apoyar al amigo. Además, debes informarlo a tus padres para que ellos te ayuden y puedan ayudarlo a él. Lo ideal sería consultar su situación con un terapeuta, pero puedes evitar que tu amigo se suicide si no lo dejas a solas ni le dejas a su alcance ningún medio por el cual pueda dañarse.

Una buena opción es preguntarle sobre su idea de suicidio, siguiendo la siguiente secuencia: ¿Cómo, ¿cuándo, ¿dónde, por qué, para qué desea suicidarse? Mientras mayor cantidad de preguntas sean respondidas por tu amigo mayor es su riesgo suicida y debes buscar ayuda especializada (psiquiatra) cuanto antes.

Lo primero que hay que conocer son las características del duelo por un suicida y saber que algunos de los familiares pueden tener ideas suicidas y también sentimientos de culpa, por lo que deben recibir ayuda de un tanatólogo o suicidólogo, psiquiatra o psicólogo para lograr una resolución adecuada de este tipo de duelo.

Aunque las personas con depresión constituyen un importante grupo con riesgo de suicidio, no son los únicos que cometen suicidio, pues también pueden padecer de esquizofrenia, alcoholismo, trastorno de ansiedad, trastorno disocial o límite de la personalidad, por mencionar algunos.

Para saber si alguien se quiere suicidar lo que hay que hacer es preguntarlo y si la respuesta es afirmativa, no debe dejarse a solas, debe evitarse que tenga acceso a cualquier método mediante el cual pueda dañarse, debe avisar a personas significativas sobre estas intenciones y tratar de acercarlo a las fuentes que brindan salud mental.

Detectar a un suicida es una tarea difícil, incluso para los psiquiatras y los suicidólogos más expertos, y los padres y las madres no lo son. Pero por otra parte, en ocasiones los cambios son sutiles y ellos no los perciben por estar continuamente con el presunto suicida. Otras veces influyen otras razones como la falta de comunicación entre padres e hijos, las malas relaciones entre ellos, no tomar con seriedad las llamadas de auxilio o las amenazas suicidas.

El suicidio es una forma anómala de comunicar que algo no andaba bien, lo que no siempre es posible detectar oportunamente por personas no entrenadas en la detección del riesgo de suicidio.

Interesándonos  por  conocer  su  ideación  suicida,  no  dejarlo  solo, evitar que tenga acceso a los métodos suicidas, avisar a sus seres queridos y llevarlo a consulta con un especialista.

Para ayudar a una persona en crisis lo primero que hay que hacer es establecer contacto, es decir, acercarnos a ella para que nos confíe sus problemas, sus sufrimientos, permitiendo que se exprese con libertad, no juzgarlo ni contarle nuestras experiencias. Simplemente escucharlo con genuino interés y hacerle preguntas abiertas para conocer más profundamente que es lo que está pensando lo que nos permitirá ayudarlo mejor. No olvide de explorar siempre si ha pensado en el suicidio durante la crisis y si lo ha pensado, debe conocer cuan planificada ha sido esa idea para dirigirlo a los servicios de salud mental a la mayor brevedad posible.

No es una pérdida de espacio reiterar que debe hacerse en estos casos  y se puede resumir en cinco pasos:

  • Primero: Preguntar sobre la idea suicida para determinar si la tiene bien planificada lo que incrementa el riesgo de suicidio.
  • Segundo: Evitar que tenga acceso a los métodos mediante los que se puede lesionar.
  • Tercero: No dejarlo solo.
  • Cuarto: Avisar a figuras significativas para el suicida en potencia como los  familiares, amigos, maestros, etc.
  • Quinto: Acercarlo en el más breve tiempo posible a las fuentes de salud mental (psiquiatra, psicólogo, terapeuta, etc.)

Siempre debemos reconocernos tal y cual somos. Si intentaste contra tu vida, eso es una realidad y es parte de tu biografía. Claro está, no hay que decirlo a los cuatro vientos, para que sea del dominio de todos los habitantes de la ciudad. Pero hay personas a las que no debemos negar este antecedente como son tus papás si no lo supieran aún, tu pareja, tu médico, tu confesor, etc. Por último, independientemente de estas sugerencias, tienes la libertad de decidir a quienes harás participe y a quienes no de tu vida privada.