El panorama en el área de la salud enfrenta constantes cambios en diversas áreas. Las políticas públicas, la investigación en diversas disciplinas, sus correspondientes áreas aplicadas, y otros factores socioculturales influyen la manera en que se conceptualiza el término “salud”. Esto conlleva a que diferentes actores (políticos, profesionales, asociaciones gremiales, investigadores, comunidades, grupos sociales, etc.) brinden definiciones diferentes sobre la salud física y la salud mental. Por brindar un ejemplo, la legislación colombiana define la Salud Mental como el “estado dinámico que se expresa en la vida cotidiana a través del comportamiento y la interacción de manera tal que permite a los sujetos individuales y colectivos desplegar sus recursos emocionales, cognitivos y mentales para transitar por la vida cotidiana, para trabajar, para establecer relaciones significativas y para contribuir a la comunidad”1. Esta definición es el resultado de un proceso de cambio que tiende a ser homogéneo a pesar de la infinidad de influencias a las que está sujeta.
La salud se entendió por mucho tiempo como la ausencia de quejas, padecimientos, o dolores, físicos o psicológicos. De ello desprenden los diversos tratamientos médicos, psiquiátricos y psicológicos enfocados en la reducción de los síntomas y el restablecimiento del funcionamiento cotidiano (de ser posible), o su normalización (cuando no es posible, por ejemplo, en situaciones de discapacidad o incapacidad). Conforme avanzaron los métodos clínicos para la reducción de síntomas, el foco se amplió hacia la prevención de enfermedades (físicas y mentales) y la promoción de la salud. Esto deriva en que se desarrollaran métodos para evitar la aparición de los síntomas, en lugar de intervenirlos cuando ya han aparecido.
En este sentido, el área de la Salud Mental recibió un impacto adicional por parte del movimiento de la Psicología Positiva. Este movimiento busca extender el estudio de la psicología hacia el bienestar, la alegría, y el funcionamiento adecuado de las personas, grupos e instituciones2; más allá del estudio de los padecimientos psicológicos y psiquiátricos (e. g. ansiedad, depresión, esquizofrenia, autismo, etc.). Gracias a esto, y a otros diversos factores, la Psicología Clínica tiene ahora una comprensión más amplia del funcionamiento general del ser humano, así como una conceptualización más ambiciosa de lo que es la Salud Mental.
Así, lo que se entiende hoy en día por salud mental (y física) corresponde no solo a la ausencia de malestares de diversas fuentes, sino a la búsqueda del desarrollo personal y de la percepción de bienestar general; muy parecido a lo que podría entenderse por felicidad. No obstante, la búsqueda de la felicidad, como tal, es un propósito que atañe más a la Psicología que a otras disciplinas, ya que es aquella cuyo objeto de estudio y métodos guardan mayor relación. En relación con un escrito previo, esto permite elucidar con mayor claridad que el rol del Psicólogo no consiste solamente en quitar el dolor emocional y las dificultades comportamentales; también se trata de brindar a las personas herramientas para la consecución de sus metas vitales y, en última instancia, de ayudar a que vivan una vida plena y significativa.
Podcast
Vitalidad Positiva
Si se habla no es Tabu.
Referencias
1Congreso de la República de Colombia (2013). Ley 1616 de 21 de Enero de 2013. Salud Mental.
2Gable, S.L. y Haidt, J. (2005). What (and Why) Is Positive Psychology?Review of General Psychology, 9(2), 103-110.
Autor
Nicolás Rodríguez Sarmiento
Psicólogo, aspirante a Magister en Psicología Clínica y de la Salud
https://psicologa.co/que-es-la-salud-mental/