Estrategias para fortalecer la resiliencia:

​1 .Construye conexiones positivas: Conéctate con personas empáticas y comprensivas que, en los momentos de dificultad, te recuerden que no estás solo(a). Habla con personas que te apoyen, te acepten y no juzguen tus emociones. No te aisles y busca apoyo. 

2. Cuida tu bienestar: Cuídate de manera integral, buscando tu bienestar físico y emocional. Para esto, debes empezar por cuidar tu cuerpo; come bien y de manera balanceada, duerme y descansa lo suficiente, hidrátate y haz ejercicio. Para cuidar tu mente y tus emociones es importante que busques estrategias positivas para expresar tus emociones. Busca espacios que te permitan conectar de manera consciente con tu propia emocionalidad; puedes meditar, practicar mindfulness, orar o hacer yoga, lo que resulte más adecuado para ti, lo importante es que en esos logres expresar lo que sientes y también llevar tu mente a pensamientos más positivo.

3. Encuentra un propósito: Empieza por construir metas realistas e intenta hacer algo  todos los días para cumplirlas, recuerda que incluso la acción más pequeña cuenta. Busca en los momentos difíciles oportunidades para aprender más de ti y para rescatar las cosas positivas en medio de la adversidad. 

4. Se proactivo: Hay cosas que están fuera nuestro control, pero hay otras que pueden  estar en nuestras manos si así lo decidimos. Tomar la iniciativa de empezar algo ayuda a que sientas más control sobre la situación y a que notas que en medio de las dificultades tienes la fuerza y la motivación para construir algo nuevo.

5. Ayuda a otros: Ya sea como voluntario en una fundación o ayudando a alguien cercano a ti, darle la manos a otros puede ayudarte a sentir que tienes un propósito, a aumentar tu percepción de valor propio y a conectar con otros.

6. Adopta pensamientos positivos: Por ejemplo, si te sientes abrumado por un desafío, recuerda que lo que haya pasado define cómo será tu futuro ni que estés indefenso. Si, es posible que no puedas cambiar la situación por la que estás pasando, pero puede cambiar la forma en que la interpretas y responder ante esta. No significa que debas pensar que todo siempre está perfecto, significa que ante lo malo intentes alejarte de los pensamientos catastróficos. 

7. Acepta el cambio:Es parte de la vida. Es posible que ciertas metas o ideales ya no sean alcanzables a causa de situaciones adversas. Aceptar circunstancias que no se pueden cambiar puede ayudarte a seguir adelante y llevar tu atención a aquellas que sí puedes modificar.

8. Mantente positivo: Sabemos que es difícil ser positivo cuando la vida no va bien. Pero cuando hablamos de optimismo no nos referimos a olvidar lo malo, sino a intentar pensar que luego vendrán cosas buenas. Intenta visualizar lo que quieres, en lugar de preocuparte por lo que temes. Además, intenta llevar tu atención a los pequeños momentos en los que te sientas mejor en medio de la dificultad.

9. Aprende de tu pasado: Al mirar hacia atrás, intenta identificar las personas y las cosas que te ayudaron en otros momentos difíciles. Así puedes descubrir cómo responder eficazmente a nuevas situaciones difíciles. Recuerda dónde has podido encontrar fuerza y ​​pregúntate qué has aprendido de esas experiencias.

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